Triste como serenata, paso de
pedirme explicaciones, sean sus causas, son para nada, no llevo la razón o no
la quiero ver.
Me busco en conversaciones sin
mi dualidad y por defecto vuelvo al estado de partida, programada línea cruzo todas
las mañanas.
Me agobia el bullicio y las
aglomeraciones, echo por rincones y calles sin soles, oscuridad, el brillo de
las luciérnagas y las chispas que brotan del gasóleo, cruje un chasquido.
Estoy pegado a unos folios que
memorizo, tantas tareas de finales y tan pocas ganas, prefiero ponerme a
escribir, a leer, salir a beber, tras reventar la tele.
Redacto, me deleita los oídos,
aunque tengo que soplar por napia para que se me despeguen, es cosa del
temporal o a cada rato cargo con más contras.
Dificultad paso de ti, soy
feliz guardándome la cara, la que veo al ir a dormir, la muerte mañanera o la
nocturna, llevas sola tantos años.
Acumulo cáscaras, las pipas
calman al mascullar.
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