No
sé muy bien el por qué de las decisiones que tomo, solo se que ahora me siento
lodo.
Te
tengo en brazos inventando un nuevo por qué, me cago en mi suerte, mejor ahora
que después, que mala racha la de en medio. Esos dulces labios y ese pelo negro
y esa silueta, vaya cuerpecillo tienes chiquitina…
Siempre
he sido yo, no sé que quiero, eso no es nuevo. Lo que no quiero es hacértelo
pasar mal, no me leas, como todo personal. Que me peguen un tiro en la cabeza,
no pueda escapar. Me ahogo en mis lágrimas, son caviar, me tiro a la aventura
de no poder volverte a mirar, si tu sonrisa me pierde en el ocaso, soy un
soldado raso sin botas ni na, solo melancolía y una libreta casi llena, no
quiero otra más comprar, voy a quemar una por una y poderme así purgar, una vez
más, dame otro besito, si te vas con otro que no me entere que te juro que lo
mato. Decisiones que no tienen una razón, solo salen de dentro, luego llega el
arrepentimiento.
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