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Encuentro

Soy un triste perro abandonado que corre perdido buscando a su amo.
Soy el racimo de uva que anda por avispas picado.
Soy el malestar generado por una sociedad impostado.
Soy la jalea real, el sufragio universal, la papilla, el vodka y la ginebra. Soy el árbol que nunca caduca.
Soy la mochila que porta tus pertenencias, tus virtudes, tus defectos, tus miedos y anhelos.
Soy la resistencia como Zapata o Marat, soy de abandonar una causa si la hallo perdida y me incordia, más si me hace sufrir.
Soy de pensar más en mí que en ti.
Doy la espalda al fanatismo pero muchas veces soy intransigente.
Soy el hijo favorito de padre y madre, el novio que quieres para tu hija, el perla que detestas fuera, que va con capucha y no sabes que es el mismo de antes.
Soy una llama, soy la rama que se parte por la savia.
Soy el jugo, la antimateria, la sustancia que degenera en otra que es mas digna de reciclar.
Soy todo lo que quieren pero no atreven a pronunciar.
Soy la proxémica y el proceso de mezcla.
Soy néctar, noche y agua, sol, rayos y aureolas.
Soy goteras, soy casquillos vacíos de pólvora, soy pisadas, soy charcos.
Soy la razón que trataré de averiguar más tarde si encarta.
Y si no pienso coloreo y disfruto del sonido de las fuentes.
Soy todo, soy nada, soy nadie.

Soy oscuridad, soy luz, soy mar, soy aire, soy comida distribuida, soy duda, soy una voz en otro idioma, soy esa minifalda y soy esos zapatos tan largos.
Soy y aunque no sepa muy bien el qué sigo siendo y siendo me siento bien, existiendo y formando parte de tu encuentro.



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