Una mirada
atrás, me cuesta respirar, quiero volar, dejar este mundo terrenal.
Soy una figura
autóctona de algún lugar que existió y se habitó, con esperanzas de saltar, al
más allá, hacerme notar, pero el altar está lejos ma, está lejos ma.
Quiero ser feliz
con poco, quiero vivir por una ilusión, quiero el calor del amor, verdadero,
lucho, desespero, mientras bebo cuento sueños que no sé si algún día llegarán o
cumpliré por precipitar.
Hecho la vista
atrás y veo felicidad, veo niñez y veo desolación.
Quién elige
dejar la inocencia del principio, la falta de maldad. Al crecer descubrí la
mentira, la envidia, la desidia y la falsedad.
Creo en ti como
el primer día, pero me cuesta la edad, avanzar, y el sentirme de nuevo abrazado
a ti me hace prosperar, pero si te tengo delante solo te hiero, no me puedo
acostumbrar. Si te pienso me hecho a llorar ma, sigo siendo un crío, no quiero
madurar, era lo mejor, una vida sin dificultades, ahora me busco las cosas
yo.
Muchas veces
pienso abandonar pero no es la solución a mis problemas, no te pongas en medio
Bern, quítate de en medio de tu propio camino y ve por él, con fuerza, sin
miedos.
No sé quien soy,
no tengo ni idea. Solo veo las reacciones de los demás, las cuales me ayudan a
soñar, años pasaron de hacer ná, si echo la vista atrás, perdidos se
ahogan.
Paseando solo,
buscando apoyo en mis codos y en los demás, en noches de fin de semana ahogo
mis penas, vidas perdidas.
Vivo conmigo
mismo como mi amigo, si me caigo me levanto solo. No tengo oro, yo solo soy mi
tesoro, el cofre de algún moro.
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