La
chica de la dulce mirada, es simpática, su risa la delata,
es
de mi ciudad y a mi eso me encanta.
Y
no sé si la volveré a ver pero ese instante me basta. Me mata
con
su atención en lo que digo cómo si le importara,
si
me engaña disimula, su estado aclara.
Tiene
una figura de infarto, el miocardio acelera mi tranquilo
estado,
al lado del océano humaradas de auxilio con las manos.
Que
la detengan y la impidan seguir con esos labios que morirán
sin
mí.
Estoy
pendiente de cada cruce de su pelo, danza sin freno,
yo no duermo, llego a casa y escribo este
texto.
Y
pensabas que no te escribiría, espero te sorprendas!
Y
si me quieres conocer mándame un whatsapp,
que
por ti hago más visitas a mi tierra.
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