Entre una rama me equilibro,
un mal movimiento me desplaza,
tierra transitada,
un lago para descubrir una
nueva especie,
una cabeza asoma,
describe desde el comienzo
una vereda que se aleja.
Divisando toda la ciudad,
pequeños estamentos,
múltiples vidas, distintos
sueños,
tres horas fijas en una
pantalla,
tejados inclinados en
perpendicular,
cruzo la mirada con una
novicia,
varios escondrijos,
seis puentes a lo lejos.
Tomando el desayuno, día
después,
sol en la frente me provoca
estornudos,
agarrándome el pecho,
asomado a la ventana,
una pequeña huerta cubierta,
patos vuelan a ras del agua.
Al anochecer barbacoa en la
terraza,
nos colamos en la fiesta,
frenesí, dulce carmín,
amante del riesgo en estado
puro,
déjame que te susurre que me
encantas,
permíteme que me muestre
natural,
que no se pierdan las ganas de
reír,
que del olvido forme parte el
llorar.
Los desatinos nunca vinieron
conmigo,
me los intentaron colgar,
no soy digno de ser el primero
en desflorar tu virgo,
más me siento tan noctámbulo a
tu lado,
que no puedo dormir, no me lo
permiten los hados,
soy esclavo, de tu cuerpo
enroscado,
concédeme el honor de ser por
siempre jamás
tu Peter Pan, Campanilla.
Mientras el mundo duerme nos
elevamos.
Ey joven esritor. Aun no se que es lo que hace que no termine de entender muchas de las cosas que escribes, pero he de decir que la forma en que mezcla el sentido y el sentimiento dejan claro que tienes el don de realizar tu sueños. No te rindas con el reto que tienes en mente.
ResponderEliminarMi blog es: http://encuentroconlaposibilidad.blogspot.com.es/