Las dos caras de la misma moneda

Ego a renglones altivos, otras tantas en susurros,

sin estimaciones que valgan, no las necesito, las interiorizo.

Irascibilidad, ira terapia deseando la catarsis,

contra todo en general, no me gusta nada.

No puedo borrar lo que dije, encontré el trabajo bajo la cama,

páginas relleno, y vueltas y vueltas en un momento solucionan.

En menos de un día quitándome los vicios,

a veces ganas de liarme a tiros como en Elephant.

Si no hay arte no puedo crear mi particular dadaísmo.

Al final llegó el descanso, el orden en el caos solucionado,

sufro cólera en un santiamén,

menos mal, suelo darme cuenta y reparo.

Relajación cabizbajo, cara al suelo, despejando frente,

presionando entre los ojos no demasiado, solo unos pellizcos.
Observando como se deshacen los palos, madera arde,

deja chamusquina, leña queda menos, lumbre se apagara.

Entre la tranquilidad, búscola, mas un abrazo no estaría mal,

recuerdo una cara bonita a la que mirar.

Las dos caras de una misma moneda,

el pegamento es abierto por las tijeras,

y los sacapuntas cortan lo mismo que algunas cremalleras.

Espectro de seda, entre el amasijo de gente insustancial,

persona satisfecha tras el descargar.

Películas que no ganan para Oscars,

chicas que pertenecen al pasado, bendita solución.

Introdúceme en tu pierna,

Venus.

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