Porque nunca llegaste,
me cansé de esperarte cada vez más tarde,
y nunca llegaste.
Siempre por defenderte,
excusando tu comportamiento,
relajando el ambiente,
nunca llegaste.
Te creías que eras imprescindible,
y lo eras para mí,
es verdad que no compartíamos los detalles
ni la espiritualidad parece,
a pesar de todo, te esperé,
y nunca llegaste.
Te quería para morirme,
no regresaste, como ese viento del norte
te quedaste,
no volví a transpirarte,
nunca llegaste.
Droga eres claro,
quitas la vida que siembras,
te esperé pero ya me rendí,
ahora tu nombre no quiero ni oír.
Nunca llegaste y me cansé de esperarte.
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