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Mostrando entradas de septiembre, 2014

El pan de cada mañana

Cierro los ojos y vuelo, despego con cada centímetro de tu cuerpo y vuelvo hacia ti con cada devenir del tiempo inexistente de agujas y temporizadores que nos aten, ni personas que nos separen. Que le den a los que sólo buscan su vacío llenar, a mí la vida me da pues no me porto mal y al karma le doy motivos y razones que consigo para ser libre y sigo porque puedo, en mi creo y estoy construyendo un templo desde el suelo. Con el alma de un mendigo y los ojos del que observa, con la vida de un poeta y el corazón en una libreta. Con las uñas cortadas, con la cabeza alta nada me parará, nadie me lo impedirá, que cada cual piense lo que le dé la gana, eso no le da la verdad. Yo no la necesito, ni la encuentro, ni te busco ni te quiero, solo te deseo y amo. Confío en que tendré mi momento mientras no desespero, no anhelo el recuerdo pues lo viví al 2000 por ciento, no quiero cuentos, quiero desenmascarar enigmas y comerte con fresas, quiero aceras de nieve todo el año y un beso cálido de

Espiral

La ceniza cae al suelo y el día ha pasado, tumbado intentando dormir sin salir, la persiana echada sin ningún espacio llano que refleje el estado anímico en el que me hallo. Voy por la primera y la apago, son iguales todas las cadenas. De la ducha a la terraza el sol me recuerda que nunca para deprimirse hay excusa. Me fui de bares, no recuerdo a que hora volví, tengo la cabeza echa un lío, sé un montón de ti pero no me devuelvas las preguntas, es tu momento, querer conocerte. Amanezco acostado en un parque verde que no conozco, ni guardias ni perros sólo yo y un nublado de cojones, levantarme rápido y sentarme tras los techados a ver si escampa y de seguido diluvia, por poco me he salvado. Sigo andando despacio, camino hacia ningún lugar concreto, en mis brazos amuletos. Sentirme un chico que corre sin perseguir un balón ni sueño seguro. Sin un duro, la cartera llena de papeles de resguardos de cosas que me apetecieron comprar, de dinero que he sacado para aguantar la semana. Qui

No habrá tercera vez

Frío banco que lleva en su hueso tu esencia, las noches son festivas, las estrellas fugaces testigas, las hazañas trágicas, los besos de mentira, la oscuridad sólo la excusa, la duda es tenue, los entresijos traicioneros. Te mira a los ojos que parpadean por lágrimas febriles que brotan de la sangre que circula por la boca, no haces más que evitarle, sólo puede avergonzarse, tus caricias son táctiles, tu sonrisa es maléfica, los instantes fascinantes, el mismo tonto enamorado, enganchado a tus te quieros de antes. No habrá tercera vez me cuenta, es la aprendida, dejar de ilusionarse. Días en el mismo banco esperando que volvieras a su lado, el pasaporte no deja ni huellas, no pasa por allí.  Lo difícil que fue conseguirte y lo fácil que desapareciste.

Mi carne

Con el flexo en la nuca y el cuerpo desperdigado, encima del teclado escribo lo que percibo en este párrafo, en la tercera parada te encontré medicina, en otros cruces me fije en tus pupilas. Eres la causante de mis llagas, creas dolor en cada letra de esta página, asombras mi causa, maldices mi sonrisa presa de mi agonía, vislumbra mi alegría en pos de tu compañía. Eres dulce melodía de postmortem, campos de minas que conducen a campos santos, eres notas musicales agudas y tristes, delirios fundamentales, glacial hirviente emergente de todos lugares. Eres la cruz de este mártir, ese peso ligero que desvanece entre mis cauces, soy el pálpito y tu el detonante. Eres geniales momentos y yo el mástil que desfila en tormento desenvaine. Destronas mi goce al sol, causas pavor a cada ídolo que te idolatró. Eres de todos mis pesares culpable, eres mi fiel compañera cuando todos dejan de acompañarme. Eres el alma que está conmigo siempre, eres mi carne. 

Haciendo hora

Galgo corredor saltando el podio, paloma mensajera de guerra trae fin de tregua, un rottweiler criminal protagoniza una peli de serie b, un mastín, un caniche y un bulldog veo bailar por aquí. Una fuente repleta de garzas, otras son humanas con las piernas muy delgadas, pavos reales despliegan sus alas. Discos de extras da un colega por 50 céntimos, llevando un documental de murciélagos vampiro en un sobre de bolsa de papel que porto en mano. Dueños que son como sus mascotas, mismos gestos con peores hábitos. Me volví a perfilar la barba y a rapar el cabello por encima. Hora de comer, a ver por qué me decanto, besos largos con el chorro del agua, la lengua fría frota sus labios, me sonríe de soslayo. Se han cambiado el lugar del escote, muslos al aire con nalgada padre, sigue mostrándome otra parte oculta de tu belleza reina. Que guapas todas y que solas se las ve parece que los hombres las temen. No quería escribir y ya llevo una cara, en papel de folio con flecos y le

Revuelto

Es necesario por ser el futuro y esa es la clave, decídete ahora en el mañana será demasiado tarde. Resurrección como Lambert, un despropósito como los remakes innecesarios versionados estadounidenses. Al lado del río no encuentro la madera, que me lleve volando un águila como a la joven del agua, los monstruos del señor de los anillos se derrumban ante el  de piedra de la historia interminable. Santiago Segura apuesta por ponerle el punto final a su saga de Torrente, de los autómatas sigo desconfiando, desconozco que opinarán ellos mientras tanto. Randal seis sigue encerrado en su cuarto ideando nuevos puzzles que resolver, yo antes de medianoche nunca empiezo a comer. Será cosa de la fiebre y no amarilla, solo son pesadillas corriendo perseguido por Jason Vorhees. Los puppet master no eran ventrílocuos pero me dan más miedo que Magic, sin duda me quedo con Chukky. En Elm Street me encuentras todas las tardes. Desayuno con las colinas y veo ojos en los Chocapic, en la fosa común

Lara

La chica de la dulce mirada, es simpática, su risa la delata, es de mi ciudad y a mi eso me encanta. Y no sé si la volveré a ver pero ese instante me basta. Me mata con su atención en lo que digo cómo si le importara, si me engaña disimula, su estado aclara. Tiene una figura de infarto, el miocardio acelera mi tranquilo estado, al lado del océano humaradas de auxilio con las manos. Que la detengan y la impidan seguir con esos labios que morirán sin mí. Estoy pendiente de cada cruce de su pelo, danza sin freno,  yo no duermo, llego a casa y escribo este texto. Y pensabas que no te escribiría, espero te sorprendas! Y si me quieres conocer mándame un whatsapp, que por ti hago más visitas a mi tierra.

Hurañía

A lo lejos del horizonte las grandes ubres, oscuras y nubladas matrices sin volcán, un pequeño halo de luz artificial se apaga y en otros puntos parpadea. Una retirada en cuanto la angosta suspiria hambrienta se presenta, cerrar la x para no visualizar sin ganas, me perdí el partido con repeticiones incluidas, no puedo evitar echar la vista a otro lado, si hasta a la egoica compulsiva tampoco puedo callar, entre desvariar del todo a la locura o seguir intentándome gestionar con el fin de hallarme. Me persiguen sensaciones fugaces y amores pasajeros, sin dinero, guardo resguardos de billetes troceados en la papelera de aluminio y soplo la viruta del balcón, no de la encimera y en el contenedor lo echo todo revuelto, no hay tanto material como para reciclar. La lamparita de la esquina se apega a la penumbra y las tres velas me recuerdan las tijeras y un nombre, Penélope no, esa era la esposa de Ulises! Coleccionaba fascines hace una década, los vinilos eran de otro tiempo, ya

Recuerdos

Recuerdos de la vida borrados por la lluvia. El fuerte viento que remueve las aguas provocando que el rompeolas cubra al espigón. La sal en la herida, los puntos del corazón sanados. 30 años de prisión, la correspondencia del novio, los estudios del reo. Las miradas femeninas, sus maneras de entrar, las exigencias personales de cada cual. La libertad, la potencia desatada, el caballo galopa y la yegua trota. Cabalga Sancho Panza con el rocín de su señor, soy el placer continuo y la mente expandida, huevos vacíos y platos llenos. Perenne al dolor, iluminado, Ser yo. En la ciudad sin límites me hallo. Buenas noches y buena suerte te deseo, tengas tirón. La buena racha, un gancho por peluche, un tiro por mechero, una bola en la boca de un cocodrilo, un globo explotado por un dardo. Un viaje, turístico o por negocios, una escapada nocturna en dromedario por el desierto. Un camino interminable, un cuento sin final, una vida sin fugas, fugarnos antes de acostar. Un libro l