Cierro los ojos y vuelo, despego con cada centímetro de tu cuerpo y vuelvo hacia ti con cada devenir del tiempo inexistente de agujas y temporizadores que nos aten, ni personas que nos separen. Que le den a los que sólo buscan su vacío llenar, a mí la vida me da pues no me porto mal y al karma le doy motivos y razones que consigo para ser libre y sigo porque puedo, en mi creo y estoy construyendo un templo desde el suelo. Con el alma de un mendigo y los ojos del que observa, con la vida de un poeta y el corazón en una libreta. Con las uñas cortadas, con la cabeza alta nada me parará, nadie me lo impedirá, que cada cual piense lo que le dé la gana, eso no le da la verdad. Yo no la necesito, ni la encuentro, ni te busco ni te quiero, solo te deseo y amo. Confío en que tendré mi momento mientras no desespero, no anhelo el recuerdo pues lo viví al 2000 por ciento, no quiero cuentos, quiero desenmascarar enigmas y comerte con fresas, quiero aceras de nieve todo el año y un beso cálido de