En
el gélido Roca esperando a que me cuentes lo que no vas a decir. Preparo las
maletas, cojo lo básico, entre maderas e hierro.
No
me peleo, examino la reacción del miedo, en ti veo lo que precedo. Me hice
ideas que nunca se cumplieron, dejarme llevar por un trofeo que nunca me
cedieron.
Y
dime algo que sigo esperando.
La
calefacción en pasillos abiertos a múltiples saltos al vacío, el apolillado de
un sofá y materiales inertes que no sirven para nada.
No
sé de nada pero disimulo muy bien, ni de teoría ni de práctica, un dios que ni
es semi ni de oro, ni mitológico ni caucásico.
Me
flipa tu lunar en el bigote, sebáceas en la piel porque si. 12 soldados contra
mí y una acusación de sirio, por mis pintas o por llevar sombrero soy un
extranjero.
Cambio
de disposición en mi entorno y descubro lo que nunca me faltó y que nunca quise
ver, te tuve y no aprecié lo suficiente, o lo que ahora pienso que te merecías.
Llegas a mí sin quererlo, no pretendo hacerte mal, pretendo disfrutar contigo,
los dos unidos.
Pasa
otro mes y vuelvo a casa para que sepas que existo y poder descubrir que he
cambiado un poquito.
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