Solo me recuerdo, contra todos un mismo universo, vivo al límite del riesgo, al filo de lo imposible, en el camino del éxito. Estando raro tanto tiempo, qué extraño cuando estoy contento, que estoy despierto por tantos años soñoliento, que recuerdo y pienso cosas que no encuentro. Que he perdido todo, que nada tengo que perder, que me enfrento a lo que venga, no me pienso esconder. Descender por estas calles repletas de historias, lugares que pisan parejas, luego creo yo sus vivencias. Que estoy enfermo de esta paz que me alimenta, más claro desconcierto el estado del crimen en el que enmarcado vivo. Al filo, cuento lo que vivo, soy real conmigo mismo lo primero, ya me perdoné, hice las paces, me animo. Que siempre estuve solo y que lo demando y sufro, si estoy acompañado mucho tiempo, necesito mi espacio, largo. La gente que me sigue, las niñas que me aman, el sustento que me llama a escribir cada mañana. Dejarme vivir, dejarme pensar, no pido