Otro
trago de ácido, Jagermeister en el piso, echado en el sofá, puta vida siento
nostalgia, perdí la infancia entre ratos de vino, cobijado con mi ruina.
Otra
piva que ya se ha ido como la cabeza de tantos locos por los que rezo, me hundo
en un mechero, un cenicero y un poco de colirio.
Pozo
de tus lágrimas, amante de mis própositos etéreos, comer antes de caer, el
suelo está frío, desfallecen primaveras y nacen inviernos, la estufa espera ser
cortada por los hijos puta de arriba.
Un
cuarto repleto de posters de películas y promesas incumplidas, sabiendo que
desperdicie mi talento por falta de motivos; la dura situación medioambiental y
la impiedad de los que gobiernan. Ojala se mueran.
Saco
la sonrisa al salir Phil y el día de la marmota causa su efecto, más días
encerrado en mis textos. Profundos, inmateriales como el tiempo. Inconmesurable
renacimiento.
Amo
esta vida de vándalo, si nos tocan la polla la iremos liando, la puta madre de
la puta policía, dejadme drogarme en paz, tengo más pasta que tu padre el juez
pedazo de guarra, pero vuelve y sigo sin cortinas.
Una
guitarra sin hilos y un cartón de leche aguado, tres historietas de vertedero y
mi mejor bolero vomitando mi miseria.
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