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Corriente marina

Vivo en un mundo que no me gusta y que tampoco entiendo, donde la juventud se autodestruye en vez de prosperar.
Sueño con abrazar a mi familia, lamer promesas, besar a labios dulces de palabras llenas.
El capitán saltó por la proa mientras en lo alto del mástil meditaba el poeta. Lo inconmensurable afín a tu voluntad, te desee en mejores boleros pero ahora veo que no fuiste grácil.
Sigo escribiendo pero eso no hace que me vuelvas a pensar, bailabas conmigo hasta que fue silueta. Espanto mis fantasmas e imagino que me lees intentando comprender como llego a cada situación que describo. A continuación descubres que somos dos incomprendidos.
Libero las chispas de la lumbre que se cosen a la pana y destruyo calendarios guardando portadas santas. Exploto en hordas de silencio y vigilo a enemigos desde el cerco en tirantes y calzoncillos.
No se desvaneció la esperanza pero tampoco dejó de ser angustia, butacas vacías de magnánimas estancias, guardadas en sobres declaraciones que no tienen remitente ni caligrafía apropiada.
Cantando al mirlo desde la oscuridad del olivo le pedí a la luna una boda sin martirio, apagué la música y no quité ojo a la farola hasta que se apagó.
Noche sin mares, aguas sin lágrimas.




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