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Mostrando entradas de febrero, 2016

Las cosas por su nombre

No puede haber sonrisa sin sonrisa, motivo que la cause. Y me quiero despertar: la vida pasa fugaz pero la estrella la quieren quitar; reinas magas de Oriente y el feminismo regresa a hembrismo. Mientras no apaciguan guerras van a más, estados islámicos gobiernos y en Europa hay autocracias. Me revuelvo en la cama fuera tormenta de mil pares. Entre ronquidos de juglares y libros sin terminar, a medio camino entre decidirme a darte otra carpa del sangrante y esperar que la tempestad pase. Comer algo nuevo espera entre recetas de la abuela y pérdida de valores aumentan: cambian cristiandad por wahabismo, comunidad eslogan de comunismo, nuevo fascismo, patriotismo. Entre tintos de ríos extintos, disparo a bocajarro al laberinto. Me decanto por apagar el cable, cortar la protesta del mercante, dar pasos de vándalo con ciegos deambulantes, motivos desiguales. Del totalitarismo de los medios de comunicación, del freno sin correa, verdades a medias, todo sinónimo de mierda.

Traición

Salías de relaciones politóxicas con un toxicómano, del umbral de tus senos a la cima del exilio. Con fiebre todo mal es menor, observaba cauteloso por la cerradura del equino, pensando ajuste de cuentas a lo Michael Douglas. Soy el quinto jinete del averno, ardo con Mefisto. Eres nuevamente mandrágora. Una ignominia, con la umbela de culpa en retroceso. La vida no es superficial, lo son las personas.